Cedimos el terreno sin mirar atrás, dejando que sus tropas llenaran cada rincón que habíamos desocupado. Las órdenes eran claras: retroceder sin resistencia, sin preguntas.
Desde la cima, observé cómo celebraban su avance, cómo se asentaban confiados en el corazón de lo que creían conquistado.
El viento sopló, levantando una nube de polvo que reveló algo más que roca y tierra: una criatura que respiraba, que se movía lentamente, se alzaba como si acabara de despertarse.
No di la orden. No hacía falta. La criatura abrió sus fauces, y el ejército, aún celebrando, fue devorado por aquello que nunca supieron que pisaban.
Fecha: 6 de diciembre de 2024.
Nuestro mayor especialista en negociaciones se encuentra ahora mismo en Proxima Centauri b pactando nuestra liberación.
El futuro de la humanidad, y todas nuestras esperanzas, están... con ella.
Fecha: 7 de noviembre de 2024.
Al cruzar el portal, sentí mi cuerpo fragmentarse y volver a unirse. Me costó varios días ubicarme, y localizar la casa donde mi otro yo vivía en este mundo gemelo.
Mirando desde el jardín, tras la ventana del salón, no pude contener las lágrimas de la emoción. En este mundo, yo, era feliz. En este mundo, nunca subí a aquel avión.
Fecha: 7 de noviembre de 2024.
Mariadel
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